La lengua es uno de los más importantes órganos de la cavidad oral. Se trata de un fuerte músculo, imprescindible para la función masticatoria de la boca, la deglución y la fonación. Su limpieza y buen estado son fundamentales para mantener una buena salud oral.

Muchas personas reducir la limpieza oral diaria al cepillado dental, olvidándose de la lengua. La superficie lingual está repleta de minúsculos órganos, las papilas gustativas, que actúan como receptores sensoriales de los sabores dulce, salado, ácido y amargo. Las papilas gustativas son similares a minúsculos cabellos que dan a la superficie de la lengua su característico aspecto rugoso, donde las bacterias bucales encuentran una espacio ideal para asentarse. Es por esto que buena parte de los problemas de halitosis, e incluso de caries dental, tienen su origen en una alta proliferación bacteriana en la superficie de la lengua.

¿Qué te dice la lengua de tu salud oral?

La forma, la textura y el color de la lengua puede variar de unas personas a otras. Estos múltiples aspectos que se encuentran dentro de la normalidad, pueden verse alterados en el caso de que aparezcan patologías específicas que afecten a este órgano de la boca. Siempre que notes alguna alteración en el aspecto habitual de tu lengua, debes acudir a la consulta de odontólogo para que lleva a cabo una revisión. Estos son algunos de los trastornos más habituales:

  • Presencia de una película blanquecina o amarillenta. Indica que tu lengua no está limpia debido a la acumulación de bacterias, restos de alimentos o células descamativas que están directamente relacionados con la halitosis. Utiliza un limpiador lingual junto a tu rutina diaria de higiene oral para eliminar esta capa bacteriana de la superficie de la lengua. En caso de que realices una correcta limpieza de la lengua y aún así esta película persista, acude a tu odontólogo.
  • Presencia de una capa blanquecina gruesa. Puede aparecer en toda la lengua o solo en algunas partes, formando placas. Indica la presencia de un tipo de hongo, la candidiasis oral.
  • Lengua seca y pálida. Puede ser signo de deshidratación, falta de vitaminas o anemia.
  • Lengua excesivamente roja y abultada. Puede ser signo de escarlatina, una enfermedad infantil, de fácil tratamiento hoy en día.
  • Presencia de llagas o laceraciones. Sus causas pueden ser diversas: el roce con un diente astillado, alergias, falta de vitaminas, estrés o incluso herpes. Las llagas o aftas bucales suelen evolucionar favorablemente en pocos días, pero si persisten o son frecuentes, visita al odontólogo.
  • Presencia de fisuras. Una lengua que presenta grietas, sin provocar dolor, facilita la aparición de infecciones, por lo que es necesario realizar una limpieza exhaustiva.
  • Apariencia velluda y color negro. Se produce por un crecimiento anormal de las papilas gustativas. Puede estar motivado por causas diversas, como el consumo excesivo de alcohol o tabaco o como reacción adversa a algún fármaco. No suele ser un alteración grave pero puede estar asociada a otros problemas, como la aparición de candidiasis.
  • Sensación de picor o escozor persistente. Se trata del llamado síndrome de la boca ardiente. Sus causas son indeterminadas, pero tu dentista puede ayudarte a paliar la sintomatología.

Dr. Humberto J. Arias Fonseca. Odontólogo. Director de COI.

NOTA: Todos nuestros posts tienen una finalidad informativa y divulgativa y en ningún caso sustituyen a la consulta con el dentista.