¿Has detectado la presencia de sarro en tus dientes, especialmente en los dientes inferiores? ¿Te cepillas con frecuencia, pero a pesar de ello eres incapaz de eliminarlo o de reducirlo? El sarro o cálculo dental no solo provoca problemas estéticos, también es la causa de determinadas enfermedades dentales. Eliminarlo es una prioridad si quieres conservar tu salud oral.

El sarro, cálculo dental o tártaro, es el resultado de la mineralización de la placa bacteriana. La placa bacteriana se produce como resultado de la acción de las bacterias que habitan la boca. La mala higiene y la presencia de restos de alimentos provocan la proliferación de bacterias cuya actividad biológica genera esta sustancia que se adhiere a la superficie de los dientes.

Una vez que la placa se ha adherido al diente comienzan a depositarse sobre ella minerales como sales de calcio o fósforo que la endurecen y provocan que adquiera una tonalidad marrón característica.

Esta capa mineral es el entorno perfecto para la acumulación de más bacterias, cuyos ácidos atacan a los tejidos dentales, tanto al esmalte como a la encía, provocando problemas como la caries dental o la enfermedad periodontal.

¿Cómo prevenir la aparición de sarro?

La mejor forma de prevenir el sarro es realizar una adecuada higiene dental, al menos tres veces al día después de cada comida. Sin olvidar nunca el último cepillado del día, antes de acostarse. Una correcta técnica de cepillado, combinada con el uso de la seda dental o cepillos interproximales, es fundamental para prevenir su aparición junto a las visitas periódicas con tu dentista.

También se recomienda el uso de enjuagues bucales o colutorios, que ayudan a reducir la presencia de bacterias en la cavidad oral.

¿Cómo eliminar el sarro?

El sarro tiende acumularse especialmente en la parte interna de los dientes incisivos inferiores y superiores formando una capa o película fuertemente adherida a la superficie dental por lo que eliminarlo de forma casera resulta inviable.

En este punto, tenemos que advertir del peligro de emplear remedios caseros que circulan por internet con supuestas formas de eliminar el sarro. Estos remedios suelen emplear sustancias ácidas como el jugo de limón que combinadas con otros productos pueden causar daños irreversibles en el diente.

Si el sarro se ha acumulado en la superficie de tus dientes deberás acudir a la consulta del odontólogo para que valore el nivel de acumulación y si ha afectado las partes no visibles del diente o a las encías. Por lo general, suele bastar con llevar a cabo una limpieza dental profesional o profilaxis dental en la consulta del odontólogo. Es recomendable hacer una limpieza profesional al año, aunque en personas con predisposición genética o con dificultades para realizar una correcta higiene dental se recomiendan dos limpiezas anuales.

En caso de que el sarro haya afectado a la parte del diente en contacto con la encía (bolsas periodontales), será necesario realizar una limpieza dental profunda, o curetaje. Se trata de un técnica con la que se raspa la raíz del diente, eliminando los restos de placa bacteriana y sarro. Una vez finalizada, la encía vuelve adherirse al diente. Este procedimiento puede generar molestias, por lo que en ocasiones es necesario aplicar anestésicos para su realización.

Recuerda siempre en en ocasiones la presencia de placa bacteriana puede pasar inadvertida para el paciente, por ello te recomendamos que acudas al menos una vez al año a la consulta del dentista para revisar el estado de tu boca y prevenir la aparición de enfermedades.

Dr. Humberto. J. Arias Fonseca. Odontólogo. Director de COI.

NOTA: Todos nuestros posts tienen una finalidad informativa o divulgativa y en ningún caso sustituyen a la consulta con el dentista