No hace falta que duela una muela para venir al dentista. Lo que sí duele —y mucho— es dejarlo pasar hasta que ya no hay remedio. Una revisión a tiempo puede ahorrarte molestias, tratamientos más complejos y una factura inesperada.
La prevención es más barata que el arreglo
Igual que no esperas a que el coche se quede tirado para pasar la ITV, no deberías esperar a que algo vaya mal para revisar tu boca. En 30 minutos podemos detectar caries invisibles, encías que empiezan a inflamarse o problemas de mordida que hoy no notas… pero mañana sí.
Sin sustos, sin regañinas
Aquí no venimos a juzgar a nadie por no usar hilo dental. Nuestro trabajo es prevenir que tengas que hacerte un tratamiento que podrías haber evitado con una visita sencilla. Y si hace mucho que no vienes, no pasa nada. Cuanto antes empecemos, mejor.
Ganar salud y ahorrar, todo en uno
Una visita de revisión cuesta poco, y puede ahorrarte mucho: empastes, endodoncias, extracciones… y disgustos. Tu boca habla por ti: asegúrate de que lo haga con salud y confianza.
¿Hace más de seis meses que no revisas tu salud bucal?
Hazte un favor: llámanos. Una revisión hoy es un problema menos mañana.