El cepillo de dientes es básico para realizar una buena higiene oral. Pero en el mercado existen dispositivos complementarios que pueden ser una ayuda eficaz para limpiar tus dientes, uno de ellos son los irrigadores dentales. Un buen manejo del cepillo de dientes te permite realizar una buena higiene dental. Pero en muchas ocasiones no es suficiente, por ello los dentistas aconsejamos utilizar al menos una vez al día la seda dental ya que con ella se puede acceder a las zonas interdentales y eliminar restos de comida que pueden depositarse entre el diente y la encía.  Estas zonas de difícil acceso son las que suelen ocasionar buena parte de los problemas bucodentales, por ello su limpieza es también básica.

El uso de la seda dental, sin embargo, no es todo lo habitual que debería. Uno de los principales inconvenientes es que requiere de una cierta destreza en su uso. Además, en el caso de los niños, resulta todavía más complicado que incorporen la seda dental a su higiene dental diaria.

Los irrigadores bucales son unos pequeños dispositivos domésticos que utilizan agua a presión para arrastrar estos restos que pueden depositarse entre los dientes. Su uso permite acceder a esas zonas que limpiamos con la seda dental, pero de forma mucho más fácil. Basta con situar la cabeza del irrigador en la zona interdental para que el agua a presión realice la misma función que la seda dental.

Usos especiales del irrigador bucal

El irrigador bucal está especialmente recomendado en algunos casos. Si llevas ortodoncia con brackets el irrigador bucal ofrece una solución muy sencilla para completar la higiene dental tras el cepillado. En estos casos el uso del hilo dental es todavía más laborioso, por lo que el irrigador permite acceder fácilmente a las zonas interdentales.

Para las personas que han pasado por un tratamiento con implantes dentales con prótesis fija el irrigador permite limpiar la zona entre la corona y la encía con suma facilidad. Por este motivo, el uso irrigador es la mejor forma de evitar las enfermedades de las encías.

Para los niños resulta mucho más fácil acostumbrarse al irrigador bucal que a la seda dental.

Consejos de uso de los irrigadores

Existen múltiples modelos de irrigadores dentales en el mercado, por lo que puedes consultar a tu dentista de confianza qué modelo o marca ofrece una mayor garantía y facilidad de uso. Los dentistas solemos utilizar esto aparatos habitualmente, y además asistimos a presentaciones de productos organizadas por los fabricantes, de forma que podemos comparar y experimentar las cualidades de los irrigadores.

En general, su uso suele ser sencillo, basta con llenar el depósito con agua (puedes añadir un poco de colutorio antibacteriano), acercar el cabezal a la zona que quieres limpiar y apretar el botón disparador que acciona la salida del agua a presión.

Te recomendamos que uses un irrigador con cabezales intercambiables. De esta forma, un solo aparato puede ser utilizado por toda la familia.

Si sueles viajar, existen irrigadores bucales de viaje.

Dr. Humberto Arias Fonseda. Odontólogo. Director de Clínica Odontológica Integral Dr. Arias. Gijón.