Es posible que la denominación de «absceso dental» te suene extraña. Seguramente te resulte más familiar el nombre de «flemón», su denominación más común. Ahora ya tendrás una imagen más aproximada de este problema odontológico: inflamación de la encía, dolor persistente o palpitante, sensibilidad en la zona afectada, dolor al tragar… Veamos de forma más detenida qué puede causar este problema y cómo puede ayudarte tu odontólogo a resolverlo.

Los abscesos dentales son una de las causas más frecuentes en las consultas urgentes al odontólogo. Se trata de un problema muy molesto, generalmente, un síntoma asociado a un problema dental grave. De forma general, se pueden distinguir tres tipos de abscesos:

  • El absceso periapical, que se produce en la punta de la raíz, dentro del hueso, generalmente producidos por una caries profunda y sin tratar, por contusiones o bien por endodoncias mal realizadas.
  • El absceso periodontal. Es el que aparecen en la encía, al lado del diente.
  • El absceso endo-periapical, es decir, una combinación de los anteriores.

Ya hemos descrito los síntomas generales del absceso dental: inflamación, dolor… en ocasiones también puede producir fiebre, inflamación de los ganglios lifánticos, movilidad dental, olor o sabor desagradables e incluso presencia en la boca de un líquido salado, incluso segregación de pus.

Pero… ¿qué puede causar un absceso dental o flemón? No existe una única causa. Aunque las más frecuentes son estas:

  • La enfermedad periodontal. Esta enfermedad está detrás de muchos de los problemas de salud bucodental, entre ellos la inflamación de las encías. La presencias de bolsas de cálculo, sarro y bacterias provoca la reacción de las encías, que se inflaman, generando un exudado inflamatorio en el interior de la encía. Cuando estos fluidos no encuentran una vía de salida, provocan el absceso dental.
  • Fisuras o fracturas dentales. Las fracturas en la raíz del diente provocadas por impactos o a causa del bruxismo provocan que las bacterias penetren en el interior del diente, provocando la inflamación de los tejidos.
  • Empaquetamiento de comida. Este término hace referencia a los restos de comida que quedan acumulados de forma persistente entre los dientes y la encía. Si no se elimina utilizando la seda dental, provoca un absceso localizado en la zona de empaquetamiento.
  • Erupción de las muelas del juicio. A modo de «aviso», las muelas del juicio anuncian su llegada con una inflamación en la zona de erupción.
  • El tabaco. No es causa directa de inflamación de la encía, pero puede agravar los síntomas.

Tratamiento del absceso dental.

Veamos ahora cómo se puede solucionar este problema. En realidad, se trataría de aplica diferentes tratamientos para solucionarlo, dependiendo de las causas del absceso que, como hemos visto, pueden ser muy variadas.

Lo más adecuado, sin duda, es prevenir este tipo de problemas. La receta más sencilla es la más habitual: realizar una correcta higiene dental, mediante el cepillado y utilizando la seda o el hilo dental.

En su caso, y dependiendo del criterio del odontólogo, este puede llevar a cabo un drenaje del absceso para eliminar el pus y reducir así la inflamación, la presión en los tejidos y el dolor. En caso de enfermedad periodontal, será necesario un raspado periodontal  para elimina los depósitos de bacterias en forma de sarro. La cirugía periodontal puede estar indicada en caso de pérdida de tejidos óseos, y en algunos casos se procederá a la extracción dental, cuando el diente presenta una gran movilidad o existen fractura o fisuras.

Recuerda por último que si el absceso dental no se trata convenientemente puede causar problemas más graves como fiebre, hinchazón en el rostro e incluso dificultades para tragar o respirar, de modo que acudir al dentista resulta realmente urgente en estos casos.

Dr. Humberto J. Arias Fonseca. Odontólogo. Director de Clínica Odontológica Dr. Arias Gijón.

NOTA: Todos nuestros posts tienen una finalidad informativa o divulgativa y en ningún caso sustituyen a la consulta con su dentista.