En el mercado es posible encontrar pastas de dientes, desde las que se venden en supermercados a las de venta exclusiva en farmacias, blanqueantes, para la sensibilidad dental, para el cuidado de las encías… Pero ¿cuál es la mejor pasta de dientes para el cuidado diario de tu salud dental?
La buena higiene dental es la mejor forma de cuidar tu salud oral y utilizar una pasta dental adecuada ayuda a mejorar esa higiene y a cuidar tus dientes gracias a los compuestos químicos que incluye, destinados a fortalecer las piezas dentales.
La gran mayoría de las pastas dentales incluyen flúor en su composición. El flúor es un compuesto mineral natural que está presente en muchos alimentos (pescados, espinacas, lácteos, el té…) y también en el agua. Está demostrado científicamente que el flúor reduce la solubilidad del esmalte dental, reforzándolo, y haciéndolo más resistente a la acción de los ácidos provocados por la placa bacteriana.
El flúor tiene también un efecto antibacteriano, es decir, actúa frente a la proliferación de las bacterias que provocan el sarro. Además, permite la remineralización del esmalte.
Cantidad de flúor en la pasta dental
La cantidad de flúor que contiene la pasta dental se mide en partes por millón (ppm). La cantidad mínima que debe llevar una pasta dental es de 1.000 ppm. Por debajo de esa cantidad la acción del flúor sería inapreciable, es decir, es como si no llevara. Lo más aconsejable es que tu pasta de dientes contenga una concentración de flúor de 1.500 ppm. La máxima concentración posible es de 5.000 ppm.
Es aconsejable hacer un primer cepillado sin pasta dental, para eliminar los restos de comida, y a continuación aclararse con abundante agua. Haz un segundo cepillado con una pequeña cantidad de pasta dental. Usar demasiada pasta dental puede ser contraproducente. Basta con una cantidad similar al tamaño de un garbanzo. Una vez que te hayas cepillado con pasta, no vuelvas a enjuagarte, simplemente escupe la cantidad sobrante, de esta forma el flúor seguirá actuando en tu boca.
El flúor de la pasta dental suele estar presente en forma de monofluorfosfato de sodio (Na2PO3F). Pero además, contiene otros elementos que ayudan a la limpieza dental como es el sílice, el carbonato cálcico, el bicarbonato sódico (que modifica el pH de la boca y la actividad de las bacterias), sales de clorhexidina (eficaz frente a algunas bacterias), lauril sulfato sódico (un agente espumante), triclosán (que inhibe el crecimiento bacteriano), sabores y resinas, entre otros ingredientes.
Pastas de dientes especiales.
En caso de tener alguna patología, y con la indicación de nuestro dentista, puede ser consejable el uso de algún tipo de pasta de dientes específica para tratar problemas de salud bucodental.
Hay que personas con una tendencia a producir placa bacteriana debido a su flora bacteriana o a una mala higiene oral. Para estos casos existen pastas dentales antisarro, con sales de zinc, que evitan la calcificación de la placa.
También hay pastas de dientes específicas para los problemas de encías. En este caso deben estar prescritas por el dentista, ya que pueden tener consecuencias para los dientes, como la tinción dental, de las encías o la alteración del sentido del gusto. Se trata de pastas de dientes que tienen acción antiinflamatoria y bactericida gracias sustancias como la clorhexidina y el triclosán, que son los más habituales, aunque también pueden incluir la hexitidina.
Otro de los problemas más habituales que puede ser tratado con el uso de pastas de dientes específicas es la sensibilidad dental. Hay pastas de dientes que actúan mineralizando el esmalte y tapando los túbulos dentinales que reaccionan al frío o al calor provocando el típico dolor propio de la sensibilidad dental. Estas pastas dentales contiene nanopartículas de hidroxiapatita y nitrato potásico.
Las pastas de dientes blaqueantes ayudan a eliminar las manchas en los dientes provocadas por el café, el vino o el tabaco. Estas pastas también contribuyen a prolongar los efectos del blanqueamiento dental realizado en la consulta del dentistas. Los agentes blanqueantes más habituales son el peróxido de carbamida y el bicarbonato sódico.
Pastas dentales infantiles.
El uso de pasta de dientes en niños puede generar dudas a los padres.
Lo más importante en la salud oral infantil es comenzar a practicar el cepillado una vez que los dientes han erupcionado. Normalmente no se recomienda usar pasta dental hasta los tres años de edad aunque si deseas que tu hijo la utilice esta deberá ser un pasta dental infantil, con una concentración de flúor de menos de 1000ppm. y una cantidad mínima, del tamaño de un grano de arroz.
Uno de los principales problema a esta edad es que los niños pueden tragar la pasta de dientes, provocando fluorosis esquelética (que debilita los huesos) o fluorosis dental, que causa una tinción permanente en los dientes.
A partir de los tres años ya puede utilizarse una pasta dental con una concentración de flúor entre 1000 y 1450ppm. Aplica también una cantidad pequeña, del tamaño de un guisante aproximadamente.
En aquellos casos en que el niño pueda manifestar tendencia a sufrir caries es posible emplear pastas dentales con concentraciones de flúor superior, pero siempre bajo supervisión por parte de un odontológo.
Dr. Humberto Arias Fonseca. Odontólogo. Directo de Clínica Odontológica Integral Dr. Arias.
Todos nuestros consejos tienen una finalidad divulgativa y no sustituyen la consulta con el dentista. Visita a tu odontólogo al menos una vez al año para realizar una revisión del estado de tu boca.