Es posible que ni siquiera seas consciente de ello. Pero todos los días cometemos pequeñas acciones, a veces manías, que resultan ser malos hábitos para tu salud bucodental. Estos son algunos de los más comunes.

Seguramente ya conoces los malos hábitos que afectan a la salud de tus dientes: la falta de higiene dental, el tabaco, el consumo excesivo de café o té, que manchan tus dientes. Además de estas malas costumbres que afectan a tu salud dental, a diario incurrimos en actos inconscientes que mellan tu salud dental. Estos son los más habituales.

Mordisquear objetos.

Quizá te hayas encontrado en más de una ocasión mordiendo un bolígrafo o un lapicero mientras estás concentrado en alguna tarea. Mal hecho. Este mal hábito puede provocar un desgaste excesivo de la superficie del diente, incluso provocar microfisuras (invisibles a simple vista), aumentando las posibilidades de padecer caries dental.

La presencia constante de este tipo de objetos puede también provocar un desplazamiento de las piezas dentales. Una malposición que puede afectar a la función masticatoria o generar problemas en la articulación de la mandíbula.

Sobrepeso.

Estudios clínicos ponen en evidencia que los kilos de más tienen sus consecuencias para la salud de tus dientes. El aumento de peso es un factor que incide en el desarrollo de diabetes tipo 2. El aumento de glucosa en sangre está relacionado con la proliferación de las bacterias bucales que son responsables de la aparición de caries.

Una buena alimentación y la actividad física habitual son esenciales para mantener a raya los kilos de más…. y cuidar la salud de tus dientes.

Alimentos pegajosos.

Hay alimentos que pueden jugarte una mala pasada con tus dientes. No solo caramelos masticables, gominolas o chicles, también otros productos, como frutas desecadas (higos, uvas, albaricoques… ) o algunos chocolates.

Trata de evitar el consumo de estos alimentos. Puedes sustituirlos por otros menos dañinos para tus dientes, como frutas frescas o caramelos sin azúcar.

La ansiedad y el estrés.

Tanto la ansiedad como el estŕes son conductas inconscientes que el cuerpo emplea para hacer frente a situaciones sobrevenidas. Cuando se convierten en comportamientos continuados todo el cuerpo se ve afectado. Tus dientes también. El rechinar de dientes o bruxismo causado por el estrés y la ansiedad provocan problemas bucodentales como el desgaste dental, fracturas en los dientes, sensibilidad dental o problemas en la articulación de la mandíbula que pueden generar dolores de cabeza y cuello.

Cortar objetos.

Utilizar los dientes como instrumento para cortar objetos es otro de los hábitos perniciosos para la salud de tus piezas dentales. En demasiadas ocasiones recurrimos a los dientes para cortar objetos como plásticos o telas. Mal hecho. Esta no es su función. Al emplearlos de este modo estás sometiendo a tus dientes a una actividad para la que no están destinados. El resultado puede ser un desgaste excesivo, provocar lesiones en los tejidos blandos o daños graves como fisuras o astillamientos.